Carlos Gomez Tulaj
Soñé que me encontraba en una clase con mis compañeros de colegio. Estábamos todos sentados, a la espera de un jugoso examen de francés. Carlos Gómez Tulaj (nuestro profesor de francés real en el colegio) miraba su reloj, agarraba el pilón de examenes (cada uno debería tener alrededor de 50 hojas) y comenzaba a repartirlos.
De más está decir que yo sentía un pánico infernal. Estábamos en el año 2007, seis años después de haber tenido mi última clase de francés... y acá me encontraba, sentado esperando un examen más. Un examen que nadie tenía la mas mínima idea de por qué lo estábamos dando. Había quedado pendiente del colegio? Nadie sabía. El tema era que ya estábamos metidos en esa situación, y no había vuelta atrås...
Carlos se acercaba a mi, y apoyaba sobre mi banco un set de fotocopias temible y absolutamente intimidante. Había de todo: Gráficos, dibujos, preguntas de ensayo, multiple choice, etc. Aterrado, agarraba la primer hoja, y apoyaba mi lapicera sobre el papel. Miraba a mi alrededor y veía que todos los demás ya estaban por la tercer hoja, yendo a velocidades desorbitales. Mis ojos volvían al papel... pero no había caso. No me salían ni tres palabras seguidas. Miraba hacia el frente. Carlos Gomez Tulaj ya se había ido. Teníamos 3 horas para completar el examen.
Sin otra salida, me levantaba, salía de clase y marcaba un número en mi celular. Del otro lado, atendía Carlos:
Gomez Tulaj: "Hola?"
Sebi: "Carlos... no quiero que pienses que no quiero dar el examen, o que quiero que saques partes... pero lo único que quiero que entiendas, es que yo no hablo ni escribo en francés desde el 2001. El examen que nos diste es demasiado largo para hacer en tres horas, sobre todo cuando la última clase de francés la tuvimos hace 6 años... Sólo quería que entiendas eso".
Carlos accedía a sacar una sección del examen, para acortarlo. Yo volvía a la clase y la gente ya estaba terminando con sus respectivos tests. Yo agarraba el mío y lo entregaba también... Al salir de la clase, como solía ocurrir en el colegio, todos se ponían a discutir y comparar respuestas. Yo me ponía a hablar con otros compañeros y de repente, me daba cuenta que había entregado todo el examen en blanco...
Me desperté con una sensación de angustia terrible...
Pero el alivio que sentí al darme cuenta que no tenía que dar examen de francés fue impagable.
FIN.
(Sigue sin haber música. Alguien tiene una solución?)
De más está decir que yo sentía un pánico infernal. Estábamos en el año 2007, seis años después de haber tenido mi última clase de francés... y acá me encontraba, sentado esperando un examen más. Un examen que nadie tenía la mas mínima idea de por qué lo estábamos dando. Había quedado pendiente del colegio? Nadie sabía. El tema era que ya estábamos metidos en esa situación, y no había vuelta atrås...
Carlos se acercaba a mi, y apoyaba sobre mi banco un set de fotocopias temible y absolutamente intimidante. Había de todo: Gráficos, dibujos, preguntas de ensayo, multiple choice, etc. Aterrado, agarraba la primer hoja, y apoyaba mi lapicera sobre el papel. Miraba a mi alrededor y veía que todos los demás ya estaban por la tercer hoja, yendo a velocidades desorbitales. Mis ojos volvían al papel... pero no había caso. No me salían ni tres palabras seguidas. Miraba hacia el frente. Carlos Gomez Tulaj ya se había ido. Teníamos 3 horas para completar el examen.
Sin otra salida, me levantaba, salía de clase y marcaba un número en mi celular. Del otro lado, atendía Carlos:
Gomez Tulaj: "Hola?"
Sebi: "Carlos... no quiero que pienses que no quiero dar el examen, o que quiero que saques partes... pero lo único que quiero que entiendas, es que yo no hablo ni escribo en francés desde el 2001. El examen que nos diste es demasiado largo para hacer en tres horas, sobre todo cuando la última clase de francés la tuvimos hace 6 años... Sólo quería que entiendas eso".
Carlos accedía a sacar una sección del examen, para acortarlo. Yo volvía a la clase y la gente ya estaba terminando con sus respectivos tests. Yo agarraba el mío y lo entregaba también... Al salir de la clase, como solía ocurrir en el colegio, todos se ponían a discutir y comparar respuestas. Yo me ponía a hablar con otros compañeros y de repente, me daba cuenta que había entregado todo el examen en blanco...
Me desperté con una sensación de angustia terrible...
Pero el alivio que sentí al darme cuenta que no tenía que dar examen de francés fue impagable.
FIN.
(Sigue sin haber música. Alguien tiene una solución?)