Tsunami
Soñé que estaba con mi hermano Matías en la playa. La cantidad de gente en esta playa era descomunal. Sombrillas, toallas, reposeras, ropa, tablas de barrenar, tablas de surf, ocupando cada mínimo espacio. No había lugar para caminar casi.
Nosotros estábamos barrenando las olas, como solíamos hacer cuando eramos chicos, con nuestros propios cuerpos. Se puede decir que la estábamos pasando bastante bien. Hasta que...
Hasta que de repente, el agua cambió de dirección, y sorpresivamente comenzó a retraerse. La playa se fue haciendo cada vez más y más larga. Lo raro era que a medida que el agua iba desapareciendo, en su lugar quedaban espacios inmensos, ocupados mágicamente por más gente, con mas sombrillas, tablas, toallas, etc.
Apenas veía el agua retraerse de tal manera, yo me daba cuenta en seguida lo que estaba pasando:
...se venía el Tsunami.
La gente, ingenua, corría detrás del agua, como queriendo ver a dónde se escapaba. Yo, inteligente, decidí esperar en mi lugar. Y lo que temía, ocurrió.
A lo lejos se podía ver como una ola de inmensas dimensiones, se estaba formando, y venía en nuestra dirección. Mi hermano estaba muchísimo más cerca de la ola que yo. Entonces, me fui corriendo desesperadamente a buscar el auto. Mi idea era: "Busco el auto. Voy a ser uno de los primeros en agarrar el auto. Lo enciendo, vengo a buscarlo a mi hermano (que para ese entonces, va a estar corriendo hacia el auto), y así vamos a ser uno de los primeros en escaparnos)".
Efectivamente, el plan funcionaba. Mi hermano se metía en el auto, a toda velocidad. En su mano llevaba un tubo de papas fritas marca Pringles. Lo llamativo era que no dejaba de comerlas. Y me hacía comerlas a mi también. Me distraía al volante, poniendome el tubo de Pringles delante de mi cara, ofréciendome para que meta la mano dentro del tubo y saque un poquito más. Yo me enojaba y le decía, por favor, que se deje de hinchar las pelotas.
Así subíamos por una colina, exitósamente evitando el Tsunami. Llegábamos a unos jardínes medievales imponentes. Era como una escena salida de la película "Laberinto". Estacionabamos el auto, y procedíamos a ir de jardín a jardín, resolviendo rompecabezas, y juegos mentales.
Recuerdo especialmente un juego donde una compuerta de piedra, en el piso, se abría y cerraba velózmente... y el objetivo era embocar piedras redondas adentro.
...y no me acuerdo nada más.
FIN.
Música: "Still Water" - Daniel Lanois
Nosotros estábamos barrenando las olas, como solíamos hacer cuando eramos chicos, con nuestros propios cuerpos. Se puede decir que la estábamos pasando bastante bien. Hasta que...
Hasta que de repente, el agua cambió de dirección, y sorpresivamente comenzó a retraerse. La playa se fue haciendo cada vez más y más larga. Lo raro era que a medida que el agua iba desapareciendo, en su lugar quedaban espacios inmensos, ocupados mágicamente por más gente, con mas sombrillas, tablas, toallas, etc.
Apenas veía el agua retraerse de tal manera, yo me daba cuenta en seguida lo que estaba pasando:
...se venía el Tsunami.
La gente, ingenua, corría detrás del agua, como queriendo ver a dónde se escapaba. Yo, inteligente, decidí esperar en mi lugar. Y lo que temía, ocurrió.
A lo lejos se podía ver como una ola de inmensas dimensiones, se estaba formando, y venía en nuestra dirección. Mi hermano estaba muchísimo más cerca de la ola que yo. Entonces, me fui corriendo desesperadamente a buscar el auto. Mi idea era: "Busco el auto. Voy a ser uno de los primeros en agarrar el auto. Lo enciendo, vengo a buscarlo a mi hermano (que para ese entonces, va a estar corriendo hacia el auto), y así vamos a ser uno de los primeros en escaparnos)".
Efectivamente, el plan funcionaba. Mi hermano se metía en el auto, a toda velocidad. En su mano llevaba un tubo de papas fritas marca Pringles. Lo llamativo era que no dejaba de comerlas. Y me hacía comerlas a mi también. Me distraía al volante, poniendome el tubo de Pringles delante de mi cara, ofréciendome para que meta la mano dentro del tubo y saque un poquito más. Yo me enojaba y le decía, por favor, que se deje de hinchar las pelotas.
Así subíamos por una colina, exitósamente evitando el Tsunami. Llegábamos a unos jardínes medievales imponentes. Era como una escena salida de la película "Laberinto". Estacionabamos el auto, y procedíamos a ir de jardín a jardín, resolviendo rompecabezas, y juegos mentales.
Recuerdo especialmente un juego donde una compuerta de piedra, en el piso, se abría y cerraba velózmente... y el objetivo era embocar piedras redondas adentro.
...y no me acuerdo nada más.
FIN.
Música: "Still Water" - Daniel Lanois
3 Comments:
Me quede esperando que atropelles a tu hermano en el sueño (por lo de ayer).
elvis:
quiero decirte que desde que leo tu blog, yo también me acuerdo mucho mas mis sueños, que antes se desvanecían incluso antes de que sonara el despertador...
asi que gracias
y un beso.
Estaría bueno pensar que mi blog no sólo entretiene a unos pocos, sino que también hace un bien por la comunidad...
...pero no me lo creo!
Gracia' por leer, de todas maneras, Marinita. Y a ver cuando le sacas las telarañas a tu blog... que entro y no hay ni un signo de vida.
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